¿A quién le pedimos consejo?

El sentido común nos dice que si tenemos un problema de salud debemos de ir a preguntarle a un médico o profesional de la salud correspondiente. Por otro lado, si el problema es de nuestro vehículo, pues debemos de entonces de consultar a un mecánico. Resulta obvio, ¿no es así? El problema es que el sentido común es el menos común de todos los sentidos, y por eso a veces aplicamos esto al revés.

No es extraño ver a cualquier persona dándole recetas a otra sobre cómo resolver ese dolor de cabeza de hace más de una semana. O a veces tenemos un tío que está en la bancarrota pero que quiere darte tips financieros. Déjame decirte algo, si bien de todo el mundo se aprende, debes de saber que de algunos se aprende qué hacer y de otros se aprende qué no hacer.

Como bien dice el empresario Donald Trump: “Escucho a quienes creen tener la razón, pero le hago caso a los que tienen los resultados”. Todo el mundo sabe y todo el mundo quiere dar consejos, pero más que lo que la persona pretenda saber, dile que te muestre sus resultados.

El ejemplo del primer párrafo es que le preguntemos al médico, pero no por el hecho de que el supuestamente sabe (muchos solo saben teorías), sino de una persona que tenga experiencias resolviendo problemas. Si el medico tiene un historial de dejar pacientes morir, pues búscate otro por más títulos que tenga en la pared.

La próxima vez que necesites un consejo de lo que sea, busca a alguien que no solo te hable con el conocimiento, sino con el resultado de que realmente ha hecho lo que te dice. Hoy todo el mundo dice que sabe, pero los resultados son los que cuentan. La próxima vez que alguien te diga que no puedes cumplir tus sueños, no hagas caso considerando que quienes lo dicen no saben de eso porque tampoco han cumplido sus sueños.