¿Educados para pensar o para obedecer?

Hoy me llegó el siguiente fragmente de una tarea de filosofía de una de las universidades de mi país:

“En el ejercicio No. 1 de esta asignatura realizamos unas preguntas al parecer tontas, pero cuya intención era ponerlos a pensar. Estas preguntas fueron:

1)         Si una rama se desprende estrepitosamente de su árbol en un bosque solitario, al caer ¿hace ruido? Justifique su respuesta.

2)         ¿Qué hizo el ser humano primero: pensó o habló? Justifique.

3)         ¿Qué hizo el ser humano primero: cantó o bailó? Justifique.”

¿En serio? O sea, ¿son preguntas para que pensemos o para embrutecernos? Por qué no mejor preguntan: ¿Dónde te ves dentro de 5 años? O ¿Cuál es tu propósito de vida? Estas sí que te ponen a pensar, e incluso te sirven para proyectar tu futuro y tener una mejor vida. ¿A quién realmente le importa si el ser humano cantó o bailó primero?

Aunque mucha gente se molesta cuando se habla de este tema (por lo general académicos egocéntricos), lo voy a decir: La educación, más que educar para aprender a pensar, a veces pienso que el objetivo es que la gente se vuelva más tonta aprendiendo cosas sin importancia como el sujeto y el predicado, los espacios vectoriales, el huevo y la gallina, el año en que nació alguien sin ninguna importancia, etc.

Aunque pueda sonar esto como algún invento, realmente el objetivo con que se inició le educación que conocemos fue para instruir soldados, empleados y personas dóciles. Pueden hacer su propia investigación sobre el “Modelo educativo Prusiano” para que se den cuenta de donde surge el modelo educativo actual que se usa en los colegios y universidades de la mayoría de los países.  

Aunque pueda parecer en este artículo que estoy en contra de la educación, es todo lo contrario. Soy pro-educación, pero no de esa educación robótica que hace que las personas se vuelvan dóciles para trabajar toda la vida, endeudarse y pagar más impuestos, sino de aquella que te enseña a pensar y a resolver problemas. Desafortunadamente, la educación nos convierte en expertos de resolver problemas irreales con una matemática abstracta, en vez de llevar esa matemática a la vida real.

Con esto no estoy diciendo que el que esté estudiando deje sus estudios. Lo que estoy diciendo es que nos quitemos las vendas y entendamos que la educación universitaria por si solo nos prepara para el mundo real. Si por ejemplo quieres ser médico, ¡sigue estudiando! Ahora bien, si quieres ser un medico exitoso, no basta lo que aprendas en la universidad. Hace falta la educación familiar de la casa, la experiencia de la calle, la inteligencia financiera, la inteligencia emocional y social, y muchos otros factores.

Por favor, no dejes que la educación del colegio y la universidad te roboticen, úsalas a tu favor y no en tu contra. Si estás feliz con la idea de ser una persona dócil y prepararte para ser empleada toda la vida, pues ignora este artículo. Pero si tienes grandes sueños que sabes que no vas a cumplir con la clásica receta de trabajar duro toda la vida para como quiera endeudarse y pagar muchos impuestos, pon atención al mensaje que te dejo en este artículo.

Finalizo con esta frase de Albert Einstein:

"La educación es lo que sobra después que a uno se le olvida lo que aprendió en la escuela"