El Factor X que marca la diferencia

De vez en cuando veo a personas quejándose sobre la manera en que otra persona que no ha estudiado ni trabajado tan duro como ellos (al menos eso dicen) tienen un éxito más notable que el de ellos, por el hecho de tener relaciones (lo dicen de forma despectiva).

Yo solamente pienso en mi mente lo siguiente: ¿Y quién le ha dicho a este que estudiar y trabajar duro te van a dar el éxito? Como de manera usual, mis artículos se basan en romper paradigmas sociales, hoy pues toca romper otro. A veces no me gusta decirlo, porque hay personas como que se alteran cuando uno quiere romper algunos paradigmas (en el fondo lo único que deseo es ayudar), pero estudiar mucho y trabajar duro es la fórmula para hacer rico a otro a cambio de uno tener estilo de vida modesto.

Cuando uno indaga más sobre la razón por la cual las personas creen que estudiar para obtener buenas calificaciones y buscar un “buen” empleo y trabajar duro es la fórmula del éxito, por lo general responden que eso le han enseñado sus padres y profesores. Yo obviamente no les digo lo siguiente pero pienso dentro de mí: ¿Si eso es exactamente lo que han hecho tus padres y profesores y no tienen el éxito que quisieran, ¿Por qué piensas tú que vas a ser exitoso haciendo lo mismo?

OJO: No estoy diciendo que estudiar mucho y trabajar duro no sean importantes. Ahora bien, el sentido común me dice que si personas que no han estudiado ni han trabajado tan duro (es decir, han trabajado mucho pero no han sido ni 20 ni 30 ni 40 años) han obtenido el éxito en lo que hacen, ¿no es sensato pensar que hay otros elementos importantes para el éxito?

¿A dónde vengo con todo esto? Que hace falta algo vital que la mayoría de las personas no han escuchado, o quizás sí, pero no le dan la importancia. Esto es la Inteligencia Emocional. Podemos definirla de muchas maneras. Mejor enunciaremos algunas de sus características:

• Capacidad de entender los sentimientos propios y usarlos a tu favor, no en tu contra
• Empatía, capacidad de entender los sentimientos ajenos para así poder resolver conflictos y crear armonía
• Habilidad de liderar a otros influyendo positivamente
• Habilidades de tratar con las personas
• Capacidad de automotivarse
• Poder levantarse de la derrota una y otra vez hasta obtener lo que se quiere
• Capacidad de no quejarse y aprender de los errores
• Y muchas otras más

¿Entiendes la diferencia? Las personas más exitosas del mundo no son ni las más inteligentes, ni las que tienen mayores grados académicos, ni las que más duro trabajan, sino las que tienen mayor inteligencia emocional. Sí, hay que estudiar y capacitarse (aunque no necesariamente una carrera universitaria tradicional). Sí, hay que trabajar (aunque no tiene que ser 45 años en un empleo o autoempleo), pero la inteligencia emocional es ese factor X que marca la diferencia.