¿Qué tanto pensamos?

Recuerdo en mi etapa como estudiante de ingeniería civil, cuando nos tocaba tomar exámenes de ciertas materias. Los ingenieros somos educados en gran medida en temas de matemáticas, tales como derivadas, integrales, ecuaciones diferenciales, espacios vectoriales y una inmensa cantidad de cosas que casi nadie sabe para qué sirven en la vida real pero igual las enseñan.

Sin embargo, estos mismos estudiantes de ingeniería civil que sabían desarrollar cálculos descomunales, reprobaban exámenes donde se requería sumar, restar, multiplicar y dividir. ¿Por qué pasaba esto? Sencillo, debido a que antes de sumar, restar, multiplicar y dividir, había que hacer un trabajo bien difícil de acuerdo con Henry Ford, que es el trabajo de pensar.

Mucha gente sabe hacer labores extremadamente complicadas, sea en matemáticas o en cualquier otra disciplina. Ahora bien, cuando la prueba consiste en tener que aplicar los mismos conocimientos, de una manera mucho más sencilla pero teniendo que pensar antes, se nos nubla la mente. ¿Por qué razón esto ocurre? Porque NO hemos aprendido a pensar. Por eso vemos tantas personas académicamente inteligentes y que trabajan bien duro y aún así no consiguen avanzar en la vida como quisieran. El problema es que no han aprendido a pensar.

¿Qué tanto pensamos? Muchas definiciones sobre el pensamiento hablan sobre la actividad y creación de la mente, hablan sobre la parte intelectual y también de la creativa. Tener todo el intelecto del mundo de nada nos sirve sino sabemos crear. La habilidad de pensar tiene que ver con visualizar tus sueños y metas y poder elaborar un plan para cumplirlos. ¿Estamos haciendo esto? Pensar también consiste en elaborar ideas positivas en nuestra mente que nos ayuden a vencer los obstáculos del día a día. ¿Estamos haciendo esto?

Quiero dejarte con esta gran idea de pensamiento: ¿Controlas tus pensamientos o tus pensamientos te controlan a ti? Es decir, ¿tienes la capacidad de pensar y hacer de esos pensamientos tu realidad, o la vida te ha pasado sin darte cuenta el por qué de todo? No seas como aquellos estudiantes de ingeniería (yo también fui uno) que creen que saben pensar pero finalmente seguían un patrón robotizado. Conviértete en alguien creativo, alguien que piense que hacer con su vida y pueda elaborar planes para cumplir esos objetivos.

“La imaginación es más importante que el conocimiento” Albert Einstein